Tras aguantar a unos teloneros algo satánicos y pesados dio comienzo el concierto. Autocrítica, Al respirar, mi favorita Copenhague...y asi hasta cantar todo su repertorio, incluyendo los 5 bises que nos regalaron.
Me encantaron. No solo por su humildad en el escenario, ni por tener un directo impecable, que muchos dioses(o endiosados) de la música querrían, sino porque demostraban un buen rollo y una ilusion en el escenario que te hacía disfrutar más las canciones. Y eso se nota cuando ves al de teclado/percusion sonriendo durante todo el concierto, cuando ves al cantante moviendose como un rabo de lagartija con cada compas, ritmo, nota...cuando hacen bromas entre ellos durante la actuacion, y cuando todo termina con todos cogidos por los brazos como si se tratara de la seleccion española escuchando el himno.
Si ya lo era, me declaro aun más fan de este grupo de modernetes con los que acabamos votando en Sharabbey Road mientras coreabamos lolololololo lalalalalalalalalalalalala.
Por noches como la de ayer.....sonrío.
2 comentarios:
Ya... esto... ¿sabes que se drogan, no? Así que lo mismo el buen rollo no es solo por hacer lo que les gusta... jejeje.
Son unos cracks, Lo se de buena tinta, cuando se llamaban Alma Mater ya les oía ensayar en el local de al lado :-). Copenhague se sale.
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