martes, 8 de diciembre de 2009

Elegir

Ya escribí en otra ocasion acerca de lo dificil que es tomar decisiones. Hablo de decisiones importantes no las que tenemos a diario sobre si quiero desayunar una tostada o dos, si prefiero ir en metro o en tren a trabajar o si esa camiseta me la voy a comprar en negro en vez de en azul...
Hablo de las que estan en tu almohada cuando vas a dormir, las que te distraen del resto de tu rutina y te ponen de mal humor con quien no lo merece.
Hace semanas que dos opciones estaban conmigo, vivían conmigo. Ellas me acompañaban a todos lados. A una de ellas la conocia de hace mas tiempo y la teníamas cariño. La mimaba mas, pero no se lo decía a la otra, mas joven y mas vulnerable. Ésta hacia lo posible por ganarse mi confianza y poco a poco lo estaba consiguiendo. Por el contrario, la primera se estaba relajando y no me estaba dando ninguna razón para que la eligiera y yo cada vez lo pasaba mejor con la segunda opcion.
Un dia cualquiera, la primera opción me pidió disculpas por su dejadez y prometió no volver a comportarse así, así que le concedí otra oportunidad. Apenas había pasado una semana cuando volvió a mostrarse ausente, así que sintiéndolo mucho la dejé ir. De esta manera me quede con la segunda opción, la que nunca hubiera pensado, pero al fin y al cabo, la que mas me hacia feliz.
Y así es como tomé una decisión. Quizás me equivoque, quizás sea un arrebato...pero eso no es algo que me plantee ahora, porque en este momento estoy plenamente segura de que la primera opción no era para mi.


1 comentario:

Srta. Aristas dijo...

No es que no fuera para tí, es que no te merece.
Hoy en día creo que es más importante fijarse en dónde estás más a gusto que en dónde te vayan a pagar más.
¡Felicidades por tu decisión!

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